El IoT ayuda a mejorar la eficiencia, la productividad y la fiabilidad de los parques eólicos cuyo objetivo es mantener el 100% de la producción y la disponibilidad.
El Green New Deal plantea un conjunto de propuestas políticas que pretenden hacer frente a problemas como el calentamiento global y las crisis financieras, garantizando el desarrollo sostenible y creando una economía de bajas emisiones.
El Pacto Verde Europeo pretende apostar por industrias energéticamente sostenibles y eficientes en el uso de los recursos. Esto está forzando la transformación y digitalización del sistema energético, donde las tecnologías IoT tienen mucho que aportar.
España se está convirtiendo en un referente mundial en diversos sectores industriales y es pionera en la incorporación de tecnologías como el Big Data, la Inteligencia Artificial y el IoT en sus procesos y operaciones empresariales.
En un post reciente hablamos del sector del agua y en este nos centraremos en el sector de la energía eólica, donde grandes empresas españolas participan en proyectos internacionales de gran envergadura.
La industria eólica cuenta con 195 centros de fabricación en 12 de las 17 Comunidades Autónomas, así como 12 centros de investigación en España (ocupa el tercer lugar en solicitudes de patentes eólicas en la UE) y supone el 6% del PIB nacional. Además, es la segunda fuente de generación eléctrica peninsular en España en 2020.
A nivel internacional, España es el quinto país del mundo en capacidad eólica instalada, tras China, Estados Unidos, Alemania e India, y el séptimo en propiedad intelectual generada (patentes) en el sector eólico, sólo por detrás de Estados Unidos, Alemania, Japón y China.
El Pacto Verde Europeo pretende situar a las industrias eficientes en materia de energía y recursos en el centro de la reactivación económica de Europa.
Esto requiere una rápida transformación de nuestro sistema energético, que actualmente representa el 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero en Europa. Y convierte a la energía eólica en un motor natural de crecimiento y empleo .
Para el sector eólico, esto significa implantar sistemas capaces de controlar y gestionar los aerogeneradores y el parque eólico en general para garantizar el máximo rendimiento y mantener el coste de la energía eólica lo más bajo posible.
De este modo, será posible alcanzar los objetivos fijados en el Pacto Verde Europeo e instalar más del doble de la capacidad eólica anual.
Esta transformación viene de la mano de las nuevas tecnologías, que están transformando por completo la industria eólica, optimizando la productividad y reduciendo los costes.
Son especialmente importantes las iniciativas relacionadas con la Industria 4.0, como el aprovechamiento de las TIC, el IoT o la automatización de los procesos gracias a los sistemas de inteligencia artificial.
Los nuevos sistemas digitales potencian la eficiencia, productividad y fiabilidad de los parques eólicos para mantener el 100% de la producción y la disponibilidad, un escenario que también ayudaría a minimizar el riesgo y maximizar el retorno de la inversión.
Antes de la llegada de las nuevas tecnologías a la industria eólica, la revisión de los aerogeneradores se hacía de forma más rudimentaria.
A veces, por ejemplo, los técnicos tenían que descender en rappel por las turbinas para comprobar si había daños en las palas de los aerogeneradores. Al mismo tiempo, otro técnico tenía que tomar fotografías desde el suelo con cámaras que tenían un gran zoom. El trabajo era un gran reto.
Todo esto ya forma parte de la historia gracias a la incorporación de nuevas tecnologías como el IoT, la Inteligencia Artificial y otros avances tecnológicos.
Entre las ventajas más representativas de la Industria 4.0 para el sector, podría destacarse lo que se conoce como monitorización permanente, que gracias a los sistemas de inteligencia artificial, se recogen y analizan permanentemente cantidades masivas de datos a través de dispositivos instalados en los aerogeneradores, que se envían a la nube.
Gracias a esta monitorización permanente, el equipo de gestión del parque eólico puede trabajar con indicadores actualizados en tiempo real sobre el "estado de salud" de cada uno de sus componentes .
Las herramientas de inteligencia artificial también son capaces de diferenciar las cuchillas del agua, el cielo y otros elementos irrelevantes; distinguir las grietas y los defectos de otros elementos que afectan a la estructura, como los excrementos de las aves.
También pueden integrar los datos de localización del dron y del zoom de la cámara para una unión precisa, así como clasificar los fallos por tipo y gravedad.
Por otro lado, en la industria eólica, podríamos destacar los sistemas de análisis predictivo , gracias a los cuales es posible prever fallos en los aerogeneradores u otros activos antes de que se produzcan.
En este caso, gracias al IoT, los sistemas informáticos son capaces de aprender el comportamiento habitual de las máquinas, pudiendo disparar alarmas cuando se produzca algún cambio en el comportamiento habitual de cualquier equipo.
Gracias a la analítica predictiva, los fallos pueden predecirse incluso meses antes de que se produzcan. En otros casos, las alertas se utilizan para detectar síntomas que normalmente provocarían daños en los equipos, lo que permite intervenir incluso antes de que se produzca un fallo que requiera reparación.
De este modo, el operador de un parque e ólico puede planificar las reparaciones, minimizar el impacto en el funcionamiento del parque, reducir los costes y mejorar la eficiencia.
Asimismo, la capacidad de realizar previsiones de producción de energía más precisas, ofrecer una mayor transparencia en los servicios, reducir los riesgos y minimizar los costes son claves para realizar ofertas de generación y garantizar su estabilidad.
Todos estos sistemas de análisis no sólo facilitan la gestión técnica eficaz de los parques eólicos, sino que también facilitan la gestión comercial y atraen la inversión en el sector.
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