Ormazabal, un fabricante español de equipos eléctricos, quería desarrollar "un nuevo sistema de inteligencia distribuida" para que los diferentes actores de la cadena de valor optimizaran la operación, el mantenimiento y la planificación de tareas en las subestaciones.
Barbara proporcionó la infraestructura Edge que ejecutaba algoritmos de IA de diferentes autores de forma cibersegura y la consola de gestión remota para supervisar y mantener el ciclo de vida de los nodos Edge.