¿Cuántas veces has recibido notificaciones en tu teléfono móvil para que te actualices a la última versión de tu sistema operativo? El IoT también debería ajustarse a esta política. Las actualizaciones OTA actúan inmediatamente para mantener la solidez de la aplicación y garantizar la protección de los datos.
Gartner define la tecnología over-the-air (OTA) como la capacidad de descargar aplicaciones, servicios y configuraciones a través de una red móvil o un teléfono. Es, literalmente, una actualización enviada "por el aire"; un mecanismo para actualizar de forma remota e inalámbrica el hardware conectado a Internet con nuevas configuraciones de software y/o firmware.
Gracias al Internet de las cosas (IoT), cada vez hay más dispositivos conectados a Internet, y es importante que permanezcan seguros, especialmente en entornos industriales. Un fallo de seguridad puede poner en riesgo las implementaciones de IIoT (IoT como se conoce en los sectores industriales).
La capacidad de un dispositivo IoT para recibir actualizaciones OTA es esencial para resolver vulnerabilidades . Este tipo de actualización proporciona a los fabricantes de dispositivos tecnológicos, integradores de sistemas y operadores de soluciones IoT los medios para implementar nuevas funcionalidades en sus productos a lo largo del tiempo, así como para solucionar cualquier vulnerabilidad del dispositivo.
Las actualizaciones de la OTA actúan inmediatamente para mantener la solidez de la aplicación y garantizar la protección de los datos.
En línea con esto, en nuestro reciente estudio sobre Edge Computing Industrial, observamos que la mayor preocupación que tienen las empresas a la hora de desarrollar proyectos en el ámbito del IoT y el Edge Computing es precisamente la Ciberseguridad y la Privacidad de los datos. (Puedes ver más detalles en nuestro informe, el Barómetro del Edge Computing Industrial).
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Las actualizaciones OTA también reducen los costes de mantenimiento. La implementación de una actualización puede hacerse por etapas, y no hay límite de cuántas pueden lanzarse al año. Al ofrecer un servicio probado y listo para su lanzamiento, y lanzar nuevas funciones vía OTA cuando se solucionan los errores, se ahorra tiempo en el proceso de programación.
No es factible actualizar los dispositivos lanzados al público mediante el método tradicional (conectando cada dispositivo integrado a un PC con cable). Los costes serían tan elevados que se corre el riesgo de perderse las actualizaciones de seguridad críticas, las correcciones de errores o las funciones más novedosas del producto.
Los servicios OTA deben ser rápidos, seguros y fáciles de usar.Permiten actualizar los dispositivos individualmente o en grupo con un solo clic. Pero ofrecer estas actualizaciones no es sencillo porque implica una serie de competencias, como la gestión de diferentes versiones de firmware para que un fallo de actualización no inutilice el dispositivo, o que la actualización no utilice todo el ancho de banda disponible. Y, por supuesto, que una actualización urgente se haga a tiempo. Todo esto se vuelve más complejo a medida que aumenta el número de dispositivos conectados a la misma red comercial.
Para enviar actualizaciones OTA, se necesita un sistema de gestión de dispositivos que pueda interactuar con los microprocesadores y el software de los dispositivos IoT locales. Esto es difícil de configurar, ya que pocas empresas tienen un ecosistema de software y hardware de IoT que pueda procesar dichas actualizaciones y gestionar dispositivos remotos.
1. Recuperación de la versión: Una actualización fallida debe poder revertirse para que el dispositivo permanezca en la última versión estable y no se desactive.
2. Verificación de la versión: Es fundamental verificar la fuente de la OTA para que los dispositivos sólo acepten actualizaciones de una fuente de confianza y verificada que no haya sido modificada por el camino.
3. Compatibilidad del código: Para los dispositivos que soportan varias arquitecturas se recomienda confirmar primero que la imagen recibida es adecuada para esa arquitectura antes de iniciar el proceso de actualización. De lo contrario, puede ser imposible recuperar esos dispositivos.
4. Comunicaciones seguras: Todas las actualizaciones deben realizarse a través de canales de comunicación cifrados.
5. Actualizaciones parciales: De este modo, se reduce el consumo de ancho de banda y el tiempo de procesamiento del dispositivo.
Las OTAs incrementales permiten una mejora continua de los dispositivos incluso después de que estén en manos de los consumidores
1. Aumentar la funcionalidad mediante la actualización de uno o varios dispositivos.
2. Ahorre costes gestionando las actualizaciones de software desde una plataforma remota.
3. Las OTAs permiten corregir rápidamente las vulnerabilidades de seguridad.
4 Aumenta la escalabilidad añadiendo nuevas funcionalidades e infraestructuras a los productos tras su lanzamiento.
Los dispositivos que ejecutan Barbara OS siempre tienen acceso a las últimas actualizaciones OTA para mantener sus sistemas al día y evitar vulnerabilidades. En los años de experiencia de nuestro equipo en la gestión y actualización de despliegues de redes de dispositivos, hemos aprendido la mejor manera de abordar las necesidades de cada despliegue.
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