La soberanía de los datos es la capacidad de los individuos, las empresas o los gobiernos de decidir cómo, para qué y a qué precio pueden utilizar sus datos terceros. En este sentido, el mercado de la energía es actualmente el que más puede beneficiarse de un entorno de soberanía de datos compartida.
La frase "los datos son el nuevo petróleo" fue pronunciada por primera vez en 2006 por el matemático y empresario británico Clive Humby. Durante años, Humby aplicó sus conocimientos para ayudar a las empresas a entender mejor a sus clientes mediante el análisis de grandes volúmenes de datos. Mucho antes que él, Thomas Hobbes, en su libro Leviatán (1961), ya había escrito la famosa frase "La información es poder". Ambos sabían que disponer de datos históricos que nos ayuden a predecir el futuro es la mejor manera de evitar tomar decisiones equivocadas.
Llevadas al mundo empresarial, estas capacidades analíticas y predictivas son cada vez más relevantes. En un mundo en el que la tecnología está cada vez más al alcance de cualquier empresa, la única forma que tienen las compañías de diferenciarse, es entender su mercado potencial mejor que sus competidores. Tanto es así, que en algunos casos se ha convertido en un debate de país, como el de la administración del ex presidente Donald Trump, cuando afirmó que TikTok supone una amenaza real para la "seguridad nacional de Estados Unidos", basándose en la sospecha de que la plataforma mina datos de los usuarios, en beneficio de China.
En esta guerra por los datos, el derecho a la privacidad (reconocido en más de 150 constituciones de países democráticos) es cada vez más difícil de asegurar. Por eso surgen normativas como el GDPR europeo para dotar a los ciudadanos de mecanismos que impidan que sus datos sean utilizados sin su consentimiento. También ha servido de ejemplo para que otros países establezcan marcos similares.
Sin embargo, en este contexto, surge una pregunta necesaria: "Si la información es tan valiosa, ¿no deberíamos poder no sólo protegerla, sino también explotarla a nuestro antojo?"
Es entonces cuando el término "soberanía de los datos" es relevante. Se define como la capacidad de los individuos, las empresas o los gobiernos para determinar cómo, para qué y a qué precio pueden utilizar sus datos terceros.
Hablamos de la aparición de los "Data Marketplaces", un nuevo concepto que supondrá no sólo un negocio potencialmente lucrativo, sino también la disrupción del mercado al permitir a las PYMES entrar en mercados actualmente inaccesibles.
A continuación se resumen varios casos de uso, presentados en el sitio web de la Asociación Internacional del Espacio de Datos (IDSA), que ilustran el poder de un entorno de soberanía de datos.
El gigante de los electrodomésticos Haier, junto con el Instituto Frauhoffer, está implantando el primer sistema inteligente de detección de ropa en las lavadoras con Soberanía de Datos.
El sistema permitirá a los usuarios tener soberanía sobre sus datos y obtener beneficios de su uso en toda la cadena de valor. Dado que el proceso de lavado es actualmente uno de los mayores consumidores de energía en los hogares, mediante el intercambio de datos se espera encontrar nuevos productos y servicios que reduzcan el coste para los usuarios, reduzcan la huella de carbono y consigan productos más duraderos y sostenibles.
El centro tecnológico Tecnalia está desarrollando actualmente el ecosistema M4.0, un sistema que permite a las empresas de fabricación de metales ahorrar tiempo y optimizar sus procesos de fabricación.
La solución permite enlazar los inventarios de diferentes fabricantes de equipos y conectarlos a un sistema que analiza los requisitos de las opciones de equipos más adecuadas para un determinado proceso de fabricación metalúrgica. En la actualidad, este proceso se basa en búsquedas manuales en internet y ferias, con los costes e ineficiencias que ello conlleva.
SAP estáimplantando un sistema de "gestión colaborativa de la calidad y el aseguramiento". Este sistema incentiva a los talleres a compartir datos sobre la calidad de los vehículos en toda la cadena de suministro de fabricación. Estos incentivos permiten que la información fluya mejor y más rápido, independientemente de su relevancia para las reclamaciones de garantía, que en muchos casos es un obstáculo para la transparencia. Con esta información, los proveedores pueden realizar análisis tempranos e integrar modificaciones o políticas de uso de forma mucho más eficiente.
Como vemos, muchas de estas iniciativas tienen que ver con la "servitización" de los productos y la "mejora y eficiencia de los procesos".
En nuestra opinión, el mercado energético es actualmente el que más se beneficiará de un entorno de intercambio de datos con soberanía. Existe la presión de reducir los gases de efecto invernadero hasta en un 95% de aquí a 2050, por lo que productores, distribuidores, agregadores y consumidores tendrán que compartir información para eliminar las ineficiencias y garantizar que la energía fluya de forma eficiente en una red cada vez más distribuida.
Por ello, en Barbara IoT estamos involucrados en el Pelotón proyecto que utiliza nuestra plataforma Industrial Edge para intercambiar datos con soberanía en el origen.
La futura implementación de nuestros nodos edge puntos de consumo "detrás del contador", o dentro de la Smart Grid en Centros de Transformación, Subestaciones o Parques de Generación, permitirá procesar los datos con Inteligencia Artificial y también:
Y todo ello, con las ventajas de seguridad, escalabilidad, latencia y soberanía que supone trabajar en un entorno distribuido, es decir, "Edge", frente a las grandes y pesadas infraestructuras centralizadas.
Si quiere saber más sobre cómo nuestra plataforma Cybersecure Industrial Edge permite compartir datos de forma soberana, y cómo esto puede ayudarle a dar servicio y optimizar su negocio, no dude en ponerse en contacto con nosotros.