A medida que aumenta el número de dispositivos conectados, también lo hace la cantidad de datos generados. Esta capacidad de analizar los datos, extraer ideas de ellos y tomar decisiones autónomas basadas en el análisis es la esencia de la Inteligencia Artificial (IA) de las cosas, también conocida como AIoT.
La llegada del Internet Industrial de las Cosas (IIoT) ha permitido a un amplio abanico de empresas recopilar cantidades masivas de datos procedentes de fuentes antes inexploradas y explorar nuevas vías para mejorar la productividad.
Al obtener datos sobre el rendimiento y el entorno de los equipos y la maquinaria de campo, las organizaciones disponen ahora de más información para tomar decisiones empresariales con conocimiento de causa. Esta cantidad masiva de datos significa que la mayor parte de esta información permanece sin analizar. Como resultado, las empresas y los expertos del sector están recurriendo a la inteligencia artificial y a las soluciones de aprendizaje automático para las aplicaciones IIoT con el fin de obtener una visión holística y tomar decisiones más inteligentes con mayor rapidez.
La unión de la IA con el IoT, también llamada Inteligencia Artificial de las Cosas (AIoT), ofrece capacidades más allá de la adopción individual de cualquiera de las dos tecnologías.
El Edge presenta nuevos retos en la forma en que la industria produce computación. Mientras que históricamente se ha confiado en los centros de datos tradicionales y en la computación en la nube para procesar los datos generados fuera de los centros de datos, la necesidad de obtener valor en tiempo real en el punto de generación requiere la presencia de recursos informáticos en el Edge, lo que ha dado lugar a la aparición de la computación de borde. El Edge es el punto de intersección entre el mundo físico y el digital. Es el punto en el que se generan, recogen y procesan los datos para crear nuevo valor.
El asombroso número de dispositivos industriales que se conectan a Internet sigue creciendo año tras año y se espera que alcance los 41.600 millones de puntos finales en 2025. Imagine la enorme cantidad de datos que generan todos estos dispositivos.
De hecho, analizar manualmente la información generada por todos los sensores de una línea de montaje de fabricación podría llevar toda una vida. No es de extrañar que menos de la mitad de los datos estructurados de una organización se utilicen activamente en la toma de decisiones.
Esta incapacidad de los humanos para analizar todos los datos que producimos es precisamente la razón por la que las empresas buscan formas de incorporar la inteligencia artificial y el aprendizaje automático a sus aplicaciones de IIoT.
En cada una de las aplicaciones industriales, la IAoT ofrece la posibilidad de reducir los costes de mano de obra, reducir los errores humanos y optimización del mantenimiento preventivo.
"La Inteligencia Artificial de las Cosas" (AIoT) se refiere a la adopción de tecnologías de IA en las aplicaciones del Internet de las Cosas (IoT) con el fin de mejorar la eficiencia operativa, las interacciones hombre-máquina y el análisis y la gestión de datos.
La IA es un campo de la ciencia que estudia cómo construir programas y máquinas inteligentes para resolver problemas tradicionalmente realizados por la inteligencia humana. También incluye aprendizaje automático (AM) que es un subconjunto específico de la IA que permite a los sistemas aprender y mejorar automáticamente a través de la experiencia sin ser programados para ello, como por ejemplo a través de diversos algoritmos y redes neuronales. Otro término relacionado es "aprendizaje profundo", que es un subconjunto del aprendizaje automático en el que las redes neuronales multicapa aprenden a partir de grandes cantidades de datos.
Dado que la IA es una disciplina tan amplia, la siguiente discusión se centra en cómo la IA, junto con el ML, se utilizan para la clasificación y el reconocimiento en aplicaciones industriales.
Desde la lectura de datos en la monitorización remota hasta el mantenimiento preventivo, la Inteligencia Artificial y el Aprendizaje Automático están desencadenando una mayor productividad y eficiencia en las aplicaciones industriales.
Como ya se ha mencionado, la proliferación de sistemas IIoT genera gran cantidad de datos. Para enviar todos estos datos sin procesar a una nube pública o a un servidor privado, ya sea para su almacenamiento o procesamiento, se necesitaría un ancho de banda, una disponibilidad y un consumo de energía considerables.
En muchas aplicaciones industriales, especialmente en sistemas muy distribuidos situados en zonas remotas, no es factible enviar constantemente grandes cantidades de datos a un servidor central. Incluso si un sistema dispusiera de suficiente ancho de banda e infraestructura, sería increíblemente caro de implantar y mantener, y seguiría teniendo una latencia muy alta al transmitir y analizar esos datos. Las aplicaciones industriales de misión crítica deben ser capaces de analizar los datos en bruto lo más rápidamente posible.
Para reducir la latencia, reducir los costes de comunicación y almacenamiento de datos y aumentar la disponibilidad de la red, las aplicaciones IIoT están trasladando las capacidades de IA y aprendizaje automático al borde de la red (Edge) para permitir capacidades de preprocesamiento más potentes directamente en el mismo punto donde se generan esos datos.
Los avances en la potencia de procesamiento Edge han permitido que las aplicaciones IIoT aprovechen las capacidades de toma de decisiones de la IA en ubicaciones remotas. De hecho, al conectar dispositivos finales a ordenadores de borde equipados con potentes procesadores locales, las empresas ya no necesitan enviar datos a la nube. AIoT esencialmente permite la inferencia de IA en el campo, en lugar de enviar datos en bruto a la nube para su procesamiento y análisis. Para ejecutar eficazmente modelos y algoritmos de IA, las aplicaciones AIoT requieren una plataforma fiable en el Edge.
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Estamos pasando de un modelo en el que la inteligencia se almacenaba en los equipos industriales, en el hardware, a otro en el que la inteligencia reside en el software.
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